wa!

Viernes por la tarde, llegando a la casa después de la pega. Me dejan afuera del pasaje, tengo que caminar apenas unos metros. Me bajo y camino lento, a paso irregular, descuidado, cabeza gacha y contagiado hasta los pelos, por "eso", ese sentimiento, no. Más bien ese sentir, ese estado de letargo penoso, acongojado a un punto en que ya no sientes , no distingues por un segundo la realidad de lo fantástico, lo inexistente en la realidad conocida, y de pronto regresas a tu a nebulosa pesadumbre angustiosa. Llego a la reja de mi casa justo en ese momento inapelable. Una pausa, una mirada al entorno, un pequeño vistazo al día que ya terminaba sumados a otros agravantes, llevaron el momento a la cima. Estremecido sin estarlo, una lágrima comienza a brotar, nace y comienza a abrirse camino entre los poros y las grietas de mi rostro sucio y cansado, y va dejando el ejemplo para que las posteriores aparescan y se deslicen con libertad.
¿pena?¿dolor?¿cansancio?
¡que se yo!
es solo un estado de mierda que te va matando un poco cada día.