historia o cuento o lo que sea!

La corriente no paraba en su galope eterno por senderos increíbles y accidentes imposibles, llevando consigo igual que siempre, todo aquello que le fuera ofrecido por su orilla y los páramos desiguales de los costados que ha recorrido, alimentado, devastado y modelado por largos siglos sin tiempo.
Su fuerza incontenible fue la que que despertó en él ese afán tan propio de su persona. Sin Profunda meditación comenzó sus pasos en dirección a la orilla; se veía como si el sonido de la corriente en el rose con la orilla y su violento encuentro con las rocas, lo llevara en un compás perfecto, en una sincronización orquestal, como si quisiera seguir el ritmo de una sinfonía de acuáticos bemoles, corcheas y silencios.
Cuando llegó al fin a la orilla, estuvo en un inmóvil estado contemplativo que hubiese envidiado cualquier monje tibetano, todos sus sentidos estaban conectados con el inmejorable paisaje que lo rodeaba, se podía apreciar como su pelo se erizaba con el rocío y bailaba con el viento. Con sus ojos cerrados, creo que hasta se hacía parte de la corriente, de las rocas, de la tierra húmeda, del pasto verde que se extendía sobre el terreno...
Tal vez fue tan grande su anhelo que el agua se conmovió, quizás fue solo un desequilibrio, no lo sé. Simplemente de pronto la orilla que lo sostenía cedió a la fuerza del agua y cayó a ella junto a la tierra, las piedras y todo a su alrededor.
La corriente era tan poderosa que en un instante no había que hacer.
Antes de galopar junto al río que amó, alzó su mirada y con su último esfuerzo, a duras penas, logró esbozar una despedida.

FIN