ana kareniña

Hay muchos aspectos de tu vida que no me gustan, se que te he odiado así como como te he querido, te he respetado, te he escuchado, te he seguido aunque hacerlo me haya costado algunos momentos difíciles, pero yo creo que a todos nos pasa, y creo también que es algo que todos debemos hacer, es parte de la vida.
He estado contigo cientos de días de mi vida, y aunque en mis 20 años, nuestros días juntos son una cantidad ridícula, todo lo que hemos hecho, todo lo que hemos compartido, todas las cosas que me has regalado, todas las noches que me has convidado un espacio en tu hogar, todos los días, las horas, los minutos, son un tesoro enorme que guardo en mi conciencia. No se como corresponder a eso, no se si lo he hecho, si lo podría hacer... a veces no te entiendo. Creo entregarte un cariño especial, pero pienso y digo: si yo en ocasiones no la entiendo, ¿podrá ella entenderme? Espero que si, por lo menos de ves en cuando.
Eres un persona compleja, fuerte y firme en ocasiones, pero la mayoría es pantalla, porque se que eres sensible, delicada, y no la mujer dura e insensible que te gusta ser casi siempre.
Tienes problemas, todos los tenemos, pero es distinto, creo que eres simplemente admirable en ciertos aspectos, una gran persona, con debilidades y habilidades.
A veces creo que no podría ser como tú, me da miedo, pienso en tu vida; tu casa grande, demasiado tranquila, silenciosa, tu pieza aislada, con paredes oscuras, con luz muy tenue. Tu patio gigante, oscuro, frío, melancólico, con millones de recuerdos rondando sobre él, tu vida hogareña llena de almas que deambulan en busca de una explosión de libertad expresiva... definitivamente me da miedo.

Pienso en ti, te recuerdo, te observo, te medito, te extraño...
te quiero.

Podría haber seguido escribiendo por horas.