huracanes

Ya llevo dos mes, tres semanas y un día y, a pesar de que al decirlo me parece bastante tiempo, la realidad es que no ha sido suficiente. Ya no se que pensar. Sinceramente no quiero pensar, cualquier tipo de pensamiento o idea, finalmente terminan donde mismo, me llevan directamente a lo que trato de evitar. La televisión fue mi gran ayuda en el principio, ya que la música me ponía fatal, y cualquier tipo de música, incluso si escuchaba una cumbia terminaba con mis "huracanes mentales" como los denominé, entonces la tele me sacaba de mi fatídico estado y era capaz de distraerme llenando mi cabeza con ideas sencillas, livianas, por lo general estúpidas, pero que cumplían el objetivo. El problema empezó cuando privilegiaba las películas en vez de los programas de bajo contenido, fue ahí cuando mi cabeza volvió a lo que debería hacer siempre, pensar. Como la TV ya no servía, busque alguna terapia alternativa, algo que fuese más completo que la televisión, algo que tuviese la capacidad de hacer que mi mente se mantuviese ocupada en algún tema importante e intrincante, pero que estuviese totalmente ajeno a mi triste realidad. Y sin mucho trabajó lo hallé: la Literatura. Los libros fueron ganando un espacio importante dentro de mi vida, fueron llenando grietas, bloqueando pensamientos, y con el pasar del tiempo, llegaron a ser únicos responsables de casi la totalidad de mis actividades craneales. Al fin después de una larga búsqueda, logré encontrar aquello que mantuviera mi mente equilibrada. Ahora solo puedo esperar a que todo acabe.